Si en este momento estuviera frente a ustedes, quienes me escuchan, y le pidiera levantar la mano aquellas personas que se sintieron maltratadas en su infancia, casi con seguridad la mayoría alzaría sus manos.
Así que sabemos lo que es el daño que hace el maltrato pues lo hemos vivido y sufrido. Lo tenemos tatuado en nuestro ser íntimo.
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