Por lo general escuchamos que son dañinos, fomentan violencia y perjudican a niños, niñas y adolescentes. Y no se está lejos de la realidad.
Pero no son las únicas consecuencias de los juegos virtuales, y debemos cambiar nuestra actitud frente a ellos.
Madres y padres podemos estimular beneficios de tales actividades y recreativas (o formativas), así como acompañar otras.
Soy Soraya Medina y los invito a crecer desde el ser.
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